miércoles, 26 de diciembre de 2012

Tal vez esa es la razón

Ojala pudiéramos tener la oportunidad de detener el tiempo al menos una vez en la vida. Elegir un momento y congelarlo para siempre. Meterlo en una pequeña botella de vidrio azul y guardarlo en el fondo de un cajón. Destapar el momento de vez en cuando , sacándolo poco a poco con cuidado para que no se deshilachara, respirar el recuerdo y convertirnos en partículas inmortales; todo por un momento para volverlo a encerrar en ese cajón.

Ojala todos encontraran esa persona o grupo de personas que hacen ese tipo de cosas posibles. Esas personas que saben que con el tiempo todos cambian pero sus ojos te miran siempre igual. Los escenarios en los que se ven son diferentes  y tal vez no se hablen con la misma frecuencia, pero las risas son las mismas y cuando una tormenta se avecina el hombro que te consuela tiene el mismo olor.
No sé, tal vez la vida no quiso darnos la oportunidad de detener el tiempo porque sabía que tenemos armas más poderosas... amigos les llamamos.


sábado, 22 de diciembre de 2012

Houston, seguímos vivos.

Son las 6:22 p.m , 22 de Diciembre ; año 2012. El mundo sigue funcionando, repito, el mundo sigue funcionando. El Sol volvió a salir por las mismas montañas, la gente siguió con la rutina de un día de vacaciones que extrañamente son acaloradas y no coinciden con el invierno naciente.
¿Entonces que cambió? Aparentemente nada. No sé que conducta esperaban los mayas ver en la gente con el cambio de era , espero que si vieran esta civilización tan compleja y lejana a lo que ellos dejaron no se decepcionaran del todo. Yo sigo viendo a la misma gente hipnotizada, la misma televisión contaminada, el mismo aire polvoriento ¿En dónde llegó el cambio? Tal vez llegó en forma de rayo de Sol en medio de un bosque inhóspito alejando de toda huella humana, o nos llegó en plena Ciudad de México pero como estábamos escépticos  nadie vio al pequeño ser gritando nuestros nombres mientras prestábamos atención a otra parte. No sé, tal vez el cambio nunca llegará, o tal vez solo llegó para los que se habían preparado y ahora nos sonríen débilmente desde rincones, esperando que notemos el lío en que vivimos.