sábado, 7 de julio de 2012

Cuento corto

Hace algún tiempo hicieron un concurso en mi escuela sobre cuentos cortos. Después de ponerme muchos pretextos escribí el siguiente texto:

Ningún padre cuerdo dejaría que su hijo paseara por el centro histórico a tan peligrosas horas de la noche y solo, pero Antonio no tenía padres.Hacía rato que estaba persiguiendo una sombra de una mariposa inexistente.De pronto la sombra se posó debajo del rojizo violín de un muchacho cuyos rizos brillaban como el Sol. Miró al joven ,un par de ojos extasiados reflejaban el color del mar mientras contemplaban al cielo sin Luna.El chiquillo no se movió, tratando de regular su respiración,mirando todo desde un tercer plano.De un momento a otro  alas blancas se extendieron en la espalda del músico y empezaron a moverse al ritmo del violín, suavemente , como un arrullo.

<< ¿Eres tu Mozart?>> preguntó Antonio en un susurro.
<<¿Acaso no me reconoces Vivaldi?>>

Mi maestra nunca supo que hablaba de Antonio Vivaldi.


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